Un Sistema de Gestión Energética es un método basado en un conjunto de herramientas, procedimientos y estrategias, los cuales una empresa, industria o institución implementa un plan para gestionar de manera más eficiente su consumo de energía.

Beneficios de implementar un sistema de gestión energética

Dado que el objetivo principal de implementar un SGE, siempre será reducir el consumo energético, esto derivará en beneficios diversos que van más allá del ahorro económico. Entre los beneficios, principalmente para las empresas o industrias, podemos mencionar:

Control y reducción de los costos energéticos. – Menores gastos en facturas de energía. Permite tomar decisiones informadas sobre el uso de la energía y mayor rentabilidad o margen de ganancias.

Reducción del impacto ambiental “Reducción de la huella de carbono”. – Contribución a la lucha contra el cambio climático y promoción de la sostenibilidad ambiental, gracias a la reducción de las emisiones de CO2 y otros contaminantes derivados de la generación de energía.

Mejora de la imagen corporativa. – Demuestra el compromiso de la organización con la responsabilidad social y ambiental.

Seguridad energética. – Menor dependencia de fuentes de energía externas y mayor confiabilidad del suministro.

Motivación y compromiso social. – Implica a los empleados en la iniciativa de eficiencia energética, creando una cultura de responsabilidad social.

Mejoras en la competitividad. – Mejor posicionamiento en el mercado frente a empresas que no gestionan su energía de manera eficiente.

Cumplimiento legal. – Facilita el cumplimiento de las regulaciones energéticas aplicables.

Sistemas de gestión energética como base para la ISO 50001

Un sistema de gestión energética siempre será el factor más importante para calificar para la ISO 50001, pues este se relaciona con la norma ISO 50001 en el marco de la eficiencia energética y la sostenibilidad, ya que esta norma ISO establece los requisitos para implementar, mantener y mejorar el sistema de gestión energética en una organización, para garantizar que este cumpla con las regulaciones energéticas aplicables.

La relación entre un sistema de gestión energética y la ISO 50001 se da justamente por la coincidencia en los detalles al ejecutar e implementar en el proceso de un SGE, en cual por ejemplo tenemos:

1. Política energética: Muy importante, pues define los compromisos y objetivos de la organización en materia de gestión energética.

Enfoque sistemático: La ISO 50001 proporciona un marco estructurado para que las organizaciones desarrollen un sistema de gestión energética basado en un enfoque sistemático y planificado. Esto implica establecer políticas, objetivos, metas y procesos documentados para mejorar continuamente el desempeño energético.

2. Planificación energética: Traza el plan para establecer y lograr las metas de reducción de consumo y las estrategias para alcanzarlas.

Esto derivará en que se deberá: Identificar de aspectos energéticos. El sistema de gestión energética según la ISO 50001 requiere que las organizaciones identifiquen sus aspectos energéticos significativos, evalúen su consumo de energía y establezcan indicadores de desempeño energético para medir su eficiencia.

3. Implementación y ejecución: Pone en práctica las acciones planificadas, como la instalación de tecnologías eficientes, la capacitación del personal y la adopción de buenas prácticas energéticas.

4. Supervisión, Seguimiento y auditoría: Monitorea el consumo energético y los indicadores clave de rendimiento (KPIs) para evaluar el progreso y detectar oportunidades de mejora, luego de eso en el proceso de auditoría se evalúa y califica el nivel de efectividad en la ejecución del sistema de gestión energética.

5. Revisión del proceso: Analiza periódicamente el SGE para identificar áreas de mejora e implementar los cambios necesarios.

Mejora continua: Uno de los principios fundamentales de la ISO 50001 es la mejora continua. A través de la implementación de un sistema de gestión energética conforme a esta norma, las organizaciones pueden identificar oportunidades de ahorro energético, implementar medidas de eficiencia y evaluar regularmente su desempeño para lograr una gestión energética más efectiva.

¡Que tu única huella, sea la del cambio!

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