Los estudios ambientales para acciones de participación ciudadana son procesos que buscan evaluar y considerar los impactos ambientales que puede tener una acción o proyecto en una determinada área. Estos estudios son realizados con la participación de la comunidad local y otras partes interesadas, con el objetivo de fomentar la toma de decisiones informada y promover la transparencia y la inclusión en la planificación y ejecución de proyectos.
Un ejemplo de un estudio ambiental para acciones de participación ciudadana podría ser el estudio de impacto ambiental (EIA) realizado antes de la construcción de una nueva planta de energía renovable. En este caso, se llevaría a cabo un proceso participativo donde los residentes locales, grupos comunitarios y otras partes interesadas tendrían la oportunidad de expresar sus preocupaciones, proporcionar comentarios y contribuir con conocimientos locales. El estudio ambiental evaluaría los posibles impactos ambientales y sociales del proyecto, como la emisión de gases de efecto invernadero, la utilización de recursos naturales, el posible impacto en la fauna y flora local, y los efectos en la calidad del agua y del aire. La participación ciudadana permite que se tengan en cuenta las preocupaciones y necesidades de la comunidad y se tomen medidas para mitigar los impactos negativos y maximizar los beneficios para el entorno.